IRUYA II - El canto colectivo
Ya muy tarde, cubierto de misterio
blanquecino, el espíritu se aquieta
se ahonda el pensamiento.
¿Qué será ese rumor?
Por pasajes angostos
mis pasos persiguen el rítmico imán
que suena y suena
cadencia de huayno
octavado coro mixto.
Puertas abiertas, brillante luz
vibra la reunión. Palmas
que marcan un pulso colectivo
ojos cerrados, balanceos, giros
y el canto andino, binario
canal energético que conecta
con la Madre Tierra y el Dios sacrificado.
Me dan ganas de entrar
no me lo permito.
Silencioso presencio la maravilla
casi con culpa, como quien roba:
en esa inmensidad ruda, lejana
una célula sonora y luminosa
revela el ser intangible
de los humanos.
A medida que me alejo
las voces van amainando.
En un punto ya no se oyen
y establecen, para siempre
un canto en mi recuerdo.