MARCELO CORONEL - poesía


EL PERRO DE ANOCHE

 

Su soledad de baldosa

o de umbral

le pesa tanto

que te sigue, con respeto

medio de atrás

mirándote cada tanto.

No pide nada, sólo acompaña.

Y en ese tiempo-cuadras

breve, tal vez siente fugazmente

que no es tan sólo un paria

una sombra descartada

una tremenda mala suerte.